¿Cómo hacer kéfir y en qué usarlo?

¿Cómo hacer kéfir y en qué usarlo?

¿Qué es el kéfir?

El kéfir, también llamado búlgaros o en Chile "pajaritos" (ya que flotan), es un fermento de la leche basado en sus granos, que son un complejo conjunto de hongos, bacterias y levaduras. El origen de estos granos es bastante misterioso y no se han conseguido reproducir en laboratorio. Se supone que surgió entre pastores caucásicos, dentro de los recipientes hechos con pieles de animales donde fermentaban la leche.

Como otros alimentos fermentados tiene bastantes beneficios para nuestro sistema digestivo, además en este caso tenemos una gran variedad de microorganismos lo que enriquecerá aún más nuestra flora intestinal.

El supuesto kéfir que venden en supermercados, no suele ser kéfir de verdad sino que es una leche con un cultivo comercial de fermentos lácticos añadidos. Es decir que no ha habido fermentación natural con los granos sino que se ha añadido determinada cepa cultivada en laboratorio. Además de esto, suelen tener aditivos e ingredientes externos como aromas artificiales, edulcorantes para hacerlos dulces, leche en polvo desnatada, nata, etc. Obviamente los beneficios para la salud de este tipo de kéfir falsos son mucho menores ya que la diversidad de microorganismos que obtenemos en nuestro kéfir casero es incomparable a éstos.

Para obtener granos idealmente nos los tiene que dar algún amigo, uno de los propósitos de la fermentación es hacer comunidad. De esta forma compartimos nuestra pasión, resolvemos dudas y tejemos una red de interesados en los microorganismos y sus beneficios. En caso de que no conozcamos a nadie, online es bastante fácil comprarlos.

¿Cómo fermentar kéfir?

Es muy sencillo, sólo tienes que añadir tus granos de kéfir a leche, cuanto mejor sea su calidad mejor será el kéfir resultante. Leche entera lo más fresca posible. Dependerá de la temperatura y de la proporción granos/leche pero por lo general tardará unas 24 horas. Simplemente metiéndolos junto con la leche en un recipiente cerrado. Cuanto más tiempo lo dejemos más ácido se pondrá ya que consume el azúcar de la leche, la lactosa. Generará algo de burbuja incluso un poco de alcohol residual si lo dejamos más tiempo de la cuenta resultando una achampanada leche.

Una vez no queramos seguir haciendo podemos conservar sus granos en el frigorífico metidos en su propio kéfir. Si vamos a estar sin hacer más de una semana se recomienda congelarlos. Yo los suelo poner en cubiteras para hielo. Una vez queramos hacer otra vez sólo tenemos que descongelarlo y alimentarlo con leche fresca.

Otra opción para su conservación es deshidratarlos en deshidratadora o al sol, en este último caso protegiéndolo de las moscas.

 ¿En qué usar nuestro kéfir?

Un problema que vamos a tener es que al hacerse tan rápido de un día para otro puede ser que se nos acumule si no bebemos mucho.

Podemos tomarlo de diferentes formas, solo tal cual está muy rico pero también podemos degustarlo con cualquier fruta en trozos o batiéndolo o mezclado con cereales añadiendo miel. Para los niños podemos meterlo en poleras con fruta y congelarlos. 

Kéfir batido con fresas

Cualquier uso que le demos al yogur podemos hacer lo mismo con el kéfir, en vinagretas para ensaladas lo suelo usar bastante, en salsa para tacos, una raita india, para dar un último toque para suavizar un curry o un tzatziki griego.

Para el que quiera complicarse un poco más si ponemos nuestro kéfir en un cheesecloth, paño para hacer queso o simplemente una tela que colgamos y dejamos que suelte suero. De esta forma nos quedará una especie de queso crema de kéfir realmente delicioso que podemos emplear en múltiples recetas como ensaladas, postres, etc.

Kéfir queso crema cheesecloth

 

A continuación dos recetas con kéfir

Tzatziki con kéfir, bonito semicurado y flores de hinojo silvestre.

Receta con kéfir tzatziki

Ingredientes:

Medio vaso de kéfir
Un pepino
Un diente de ajo
El zumo de una lima
Un lomo de bonito pequeño
Aceite de oliva virgen extra
Sal, pimienta y azúcar
Elaboración:
Ponemos el lomo de bonito en una mezcla de sal y azúcar al 50%. He usado 250 gr de cada uno para que quede bien cubierto. Lo tapamos con film y lo metemos al frigorífico durante 24 horas, al día siguiente lo sacamos y limpiamos con un papel o paño húmedo, sin meterlo bajo el grifo. Durante esas 24 horas se habrá hecho nuestro kéfir, para ello ponemos un grano de tamaño pequeño en medio litro de leche.
Pelamos el pepino y lo vaciamos de semillas. Lo cortamos en finos dados, mezclamos bien con el kéfir, el diente de ajo rallado y lo aliñamos con sal, aceite, el zumo de lima y generosa pimienta de molinillo, también podemos ponerle opcionalmente unos copos de chile seco.
Finalmente emplatamos con el tzatizki de base y encima ponemos las láminas de bonito, con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y decoramos con las flores de hinojo silvestre.
Ensalada de tomate con queso de kéfir y pulpa de aceituna
Ensalada de tomate, queso de kéfir y aceituna negra natural zorzaleña
Ingredientes:
Un tomate grande maduro
Medio litro de kéfir para hacer queso
Un kilo de aceituna negra zorzaleña fermentada de forma natural
Flores de tomillo andaluz silvestre
Aceite de oliva virgen extra
Ponemos el kéfir sobre un colador y una tela dentro del frigorífico 24 horas (Cuanto más tiempo esté, más firme quedará la textura). Tendremos un delicioso queso crema de kéfir, ya que soltará el suero.
Deshuesamos las aceitunas y las pasamos por el Sauce Master para separar la pulpa de las pieles y obtener un puré muy fino de aceituna con un sabor muy concentrado, después lo pasaremos por una tela para retirar algo más de agua y dejarlo más sólido para nuestra ensalada.
Pelamos el tomate, cortamos, añadimos varias cucharadas del queso de kéfir, pulpa de aceituna, aceite de oliva unas flores de tomillo andaluz silvestre.
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