1. Protección frente a la erosión. Mayor infiltración y almacenamiento de agua.
Constantemente vemos imágenes en las noticias de inundaciones con el agua completamente marrón. Eso es suelo fértil, de hecho es la capa más fértil que es la superficial. Al llover, las gotas de agua impactan en la tierra desnuda de vegetación y se desprenden partículas. Al circular el agua por la superficie arrastra esta materia que puede coger gran velocidad al no tener el freno de la vegetación. Como no tiene protección causa un daño físico, pequeños regueros que con el tiempo se convertirán en cárcavas, que son socavones más grandes que eliminan totalmente el sustento del árbol. Cuanto mayor sea la pendiente del terreno, más velocidad cogerá el agua y más daño hará.
Aquí entra la cubierta vegetal como protección ante este impacto de la lluvia. La vegetación crea una barrera física en al superficie que aminora la velocidad con que el agua golpea el suelo. Debajo de tierra también crea una protección ya que las raíces de las plantas forman agregados del suelo, que no son más que agrupaciones más grandes de partículas que lo hacen más difícil de desgarrar. Podemos hacer el ejercicio de arrancar una hierba y ver qué tiene debajo. Veremos que la raíz arrastra consigo gran cantidad de tierra adherida. Todo ese suelo fértil pegado a las raíces será muy resistente a la erosión. Muchas plantas juntas que forman la cubierta vegetal formarán un gran suelo bien unido y estructurado, resistente al desgarramiento y corrimiento de tierras.
Todas estas raíces de las plantas son canales que llevarán el agua a mayor profundidad. La lluvia, en lugar de impactar directamente con el suelo, se frenará y guiará por los tallos de la hierba, y posteriormente llegará a las raíces que a su vez guiarán la humedad a capas más profundas, impidiendo así que se pierda por la superficie, erosione y evapore. Esto aumentará las reservas de agua del subsuelo.
Aparte del problema de pérdida de suelo fértil está el de la contaminación. Todos los lodos que se arrastran van a parar a las desembocaduras de los ríos, las depuradoras de agua y las calles. Esto causa problemas de salubridad. Aparte de esto los suelos agrícolas por lo general están saturados de herbicidas e insecticidas de los que quedan residuos en la capa superficial y que también se acumularán en zonas a los que sean arrastrados, en Andalucía hay un gran problema de contaminación de acuíferos por productos químicos.
2. Mejora la fertilidad del suelo. Recupera su estructura y aumenta la materia orgánica. Descompactación. Microbiología, setas y hongos.
El suelo es un ser vivo y hay que tratarlo como tal. No es un mero sustrato en el que criar nuestro cultivo al que se le agregan nutrientes químicos como lo ve la agricultura científica. Dentro de él hay un auténtico ecosistema de minúsculos insectos, microorganismos como bacterias o protozoos y hongos. Todo esto tiene una relación directa con los vegetales. Nuestra cubierta entrará en simbiosis con toda esta vida microscópica y también nuestro cultivo. Este entramado ayudará a la planta a tener nutrientes a su disposición. Estos a veces están en formas complejas no asimilables. Para ello están los microorganismos y hongos, descomponen toda esa materia orgánica y la transforman en compuestos aprovechables directamente.
Si dejamos una cubierta vegetal va a favorecer la creación de todo este ecosistema en miniatura. Además las raíces de las plantas van a crear agregados que mejorarán la estructura del suelo, cambiando de un suelo con partículas pequeñas rotas por el arado, de tipo desértico a unirse en estructuras mayores, más complejas y llenas de vida. Como resultado tendremos un suelo más esponjoso, que retendrá mayor cantidad de agua y humedad.
Cuando las plantas de la cubierta se descomponen, lo hacen en materia orgánica, que está formada por muchos compuestos que forman el ciclo de la vida del suelo. Además a nivel subterráneo las raíces taladrarán el suelo creando un arado natural, ya que al descomponerse dejarán huecos subterráneos que servirán para que el suelo respire y aloje nuevos microorganismos.
Los hongos son una parte fundamental de toda esta vida microscópica. Nosotros en el olivar picamos los restos de poda además de la cubierta, con esta aportación de madera promovemos la aparición de muchos hongos. Estos proliferan para la descomposición de la leña y también del estiércol que aportamos. Forman un entramado kilométrico de hifas interconectadas.
Otra acción beneficiosa que realiza la vegetación es el bombeo de nutrientes que están en profundidad a la superficie. Hay raíces que bajan a capas profundas buscando nutrientes, éstos estaban ahí inaccesibles para nuestro cultivo, al asimilarlo los llevan a superficie y cuando se descompongan los dejarán en superficie para que dispongan de ellos otras plantas.
3. Aumento de la biodiversidad. Atracción de insectos, aves y fauna silvestre.
En mi experiencia personal, es sorprendente la rapidez con la que aparece la vida sólo con dejar crecer la hierba. En el primer año en el que hicimos la transición al cultivo ecológico en nuestro olivar, el cambio fue instantáneo. Con el simple hecho de dejar la tierra descansar de herbicidas, ya salió una hermosa cubierta de hierba espontánea. Esta cubierta atrae instantáneamente a muchísimos insectos.
Dada la gran cantidad de semillas e insectos que se generan con la cubierta, se produce una atracción para muchas aves, reptiles que hacía tiempo que no se veían por aquí como la culebra de herradura, roedores como ratas de campo y lirones, y mamíferos como los conejos y liebres.
4. Mantiene la humedad del suelo, lo protege y disminuye su temperatura.
Está muy extendida la creencia entre agricultores de que hay que eliminar toda la hierba ya que chupa la humedad del suelo. Es evidente que las plantas para crecer necesitan agua. Lo que se suele desestimar es el efecto que toda la cubierta provoca sobre el suelo. Crea un espacio de sombra y humedad, hace de sombrilla natural para la tierra impidiendo que el sol directo de sobre su superficie, lo que disminuirá su temperatura y por lo tanto conservará mejor el agua. Si hacemos el simple ejercicio de observación de andar entre la hierba del campo durante la mañana. Saldremos con los pies mojados de la humedad acumulada. Si lo comparamos con otro campo con suelo desnudo veremos que este tiene una costra seca de impactar los rayos de sol constantemente sobre la superficie.
5. Control natural de insectos indeseados para nuestro cultivo. (Mal llamadas plagas). Reducción del uso de herbicidas, pesticidas y maquinaria.
Con la cubierta creamos el hábitat ideal para todo un ejército de aliados contra los insectos perjudiciales para el olivo. Hormigas, arañas, abejas, parasitoides como las avispas, depredadores como la voraz crisopa o las chinches de las flores. En definitiva todo un arsenal de bichos que conforman una cadena trófica en la que también están las mal llamadas plagas. Dentro del menú de muchos de estos insectos están los que pueden ser perjudiciales para nuestro olivar como la mosca del olivo, el prays o la euzophera. Al reestablecer los depredadores que habían sido eliminados con los insecticidas estamos haciendo un favor al ecosistema, a nuestro cultivo y también a los numerosos gastos de la explotación agrícola. Reducimos la contaminación y el gasto en combustible, ya que la cubierta sólo hay que cortarla con la llegada del verano, y en insecticidas ya que con la cubierta se controlan la mayoría de los problemas, haciendo uso únicamente de trampas de fermonas para el monitoreo y control como expliqué en mi post de la mosca del olivo.